Cruzeiro termino con las siete victorias consecutivas de Estudiantes de La Plata como local, con un empate 0-0 en el partido de ida de la final de la Copa Santander Libertadores.
Casi 40.000 simpatizantes locales llenaron el estadio Ciudad de La Plata y demoraron varios minutos el inicio del partido por el humo blanco y rojo de las bengalas que hacía imposible la visión del campo de juego.
Estudiantes, fue campeón de la Libertadores en 1968, 1969 y 1970, mientras que Cruzeiro se coronó en 1976 y 1997.
Estudiantes salio a cumplir el objetivo de cualquier equipo en un torneo, ganar en casa, marcar una diferencia importante en el marcador y proteger su arco imbatido en los siete partidos anteriores disputados en casa.
Este objetivo no se pudo llevar a cabo, pero estudiantes siguió gracias el aliento de la multitud y los gritos y gestos de Verón, frente a un Cruzeiro implacable en las marcas y en la recuperación constante de la pelota.
Estudiantes había expuesto espíritu y ganas y Cruzeiro tuvo un planteamiento inteligente, dinámico, con el que no sólo apagó el fuego argentino, sino que provocó varias situaciones con las que estuvo a punto de alzarse con el triunfo.
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